He logrado tener contacto con diversos centros "educativos" a través del tiempo. Algunos de "paga", que pareciera son los peores, y de "no paga", que meramente cumplen con la promesa de nuestro hermoso gobierno. Ambos con los mismos problemas -que claro, enumeraremos aquí- que dan como resultado el envio al mundo laboral de jóvenes que no tiene ni idea de lo que están a punto de vivir. Jóvenes que vivrán un sueño perdido. La mercadotecnia es lo único exitoso en estas empresas. Logran engañar de una manera que daría miedo si estas fueran industrias reguladas.
El educador es parte del problema, pero es uno de los que está "en medio". En varios recintos, los mismos egresados que hace un més apenas se graduaban, sin siquiera experiencia laboral en un restaurante de comida rápida - mucho menos en restaurantes de "categoría" u hoteles- son ahora los instructores. Seamos sinceros, esta posición en muchas ocaciones es ocupada más por necesidad que por vocación y por tanto el mismo educador cae víctima del verdadero culpable.
En el asiento de los acusados está el sabio hombre de negocios, que necesitaba un maestro, baratón, que no se queje - una queja y te corren - y que haga y enseñe lo que se le dice. No necesitan un profesor. Necesitan alguien que regurjite la receta de algún libro, haga como que los niños aprendieron algo, les de palmaditas y sueños huecos. Todo esto, claro, con el objetivo de cobrar colegiaturas que no se pagan en ninguna parte del mundo por esta carrera. La finalidad nunca fue hacer buenos cocineros. La finalidad fue hacer dinero. Es una costumbre en el sistema educativo Mexicano desde antaño.
Las escuelas por tanto no son sino instrumentos de riqueza de algunos. El resultado obvio son pseudo-estudiantes que saldrán de las aulas pensando que saben cocinar, cuando ni agarrar un cuchillo pueden. Pregunten a los expertos si esto es cierto. Pregunten a los cocineros de linea que nunca estudiaron.
Por ser participativos en algún tipo de solución, como comentado ya desde hace tiempo, se enumeran algunas objetividades que ayudarían a cambiar el sistema:
Arriba entonces mencionamos los que son posibles....y luego....los que por nuestra cultura nata, por naturaleza, son imposibles...
El sistema educativo entonces desde un principio esta fallido. A nadie le importa el estudiante, ni al estudiante mismo. El único que cumple sus expectativas es el que cobra y todos los demas se creen estar en un castillo, solo que está en el aire.
Claro está que estas dos personas no son las únicas. A todos les toca y por ende, pasamos entonces al estrado al siguiente acusado.
El estudiante, por un medio o por otro, - ya sea edad, estatus social o simple estupidez - se deja llevar por los problemas que ya todos sabemos y vivimos en la juventud. La mente es tan sombría en este momento, que te crees cualquier cosa, inclusive que serás el siguiente Ferrán Adria, que tendrás veinte estrellas Michelin, que la rata de la pelicula "te la pela". Más enfoque tienen en ver como le van a hacer para aparecer en programas televisivos que no sirven para nada, que en aprender a hacer un buen pollo rostizado. ¡Vaya! Ni siquiera son dignos de aprender a hacer un caldo de pollo.
En algún momento del proceso de transformación el estudiante es llevado a un nivel de grandeza que ni entiende, ni sabe manejar, mucho menos llevar al cabo. Es chistoso hasta escuchar cuando responden que han estado cocinando desde que tenían 5 años y el orgullo que emana del comentario. Me imagino al niñito haciendo su pedido al proveedor, entregando costos al contador y capacitando a los cocineros para que dupliquen el platillo, porque digo, claro...¡esto es muy fácil de hacer!
El cuerpo estudiantil es un reflejo de nuestra cultura. Hijos de papi, que inmediatamente saliendo de la escuela tendrán su restaurante, algunos chavos que por no fallarle a la familia, tuvieron que estudiar algo y, en gran minoría, cocineros hechos o natos, que saben a lo que se atienen. Los únicos que saben la realidad, son los que cuentan con experiencia y saben que al salir, les espera si por lo mucho una supervisión. Los primeros no se preocupan, los de enmedio hechan a perder la carrera bajando sueldos, rellenando el espectro laboral, lastimando plazas que pudieran ocupar cocineros profesionales.
Los que perduren serán pocos.
El éxito, creo yo, de una entidad educativa debería de ser medido por que tan eficientes son sus estudiantes en el campo laboral. Que tantos estudiantes han logrado llegar a ocupar posiciones de título. Que tantos estudiantes dejaron de trabajar en la carrera que pagaron. Pareciera ser que la escuela exitosa en México es la que cobra más y tiene un cuerpo estudiantil de gente que no necesita estudiar porque "ya la tienen hecha". Es una pérdida generacional.
El requerimiento es básico para que el sistema educativo funcione. Los estudiantes deben de tener:
Pero claro, todo es un conjunto.
A los profesores, que finalmente quedan en medio, en ocasiones o no logran, o les vale madre la educación de sus estudiantes. Sea porque no tienen ni las instalaciones, ni la experiencia y mucho menos las ganas ($$$) de hacer el trabajo. Si tu eres profesor, dejemos claro que tú eres la excepción, a tí si te importa.
Los estudiantes no saben o no entienden la carrera y mucho menos les interesa conocer la realidad. Ellos quieren creer que sus sueños de grandeza serán logrados al salir de la escuelita y -como todo en nuestra cultura - se merecen ser grandes Chefs. Obvio, por favor considera que tú, estudiante que estas leyendo esto, tu sí eres un gran Chef Internacional ya, ahorita.
Y para cerrar con fanfarrias, a los empresarios; a ellos les vale madre los dos anteriores. Claro, menos a tí, empresario estadista y visionario, que lo único que te interesa es que todos tus alumnos salgan adelante.
¡Estamos jodidos!
Lo único que queda es...quedarse como se está. Las opiniones, al igual que los anos, solo hechan pedos al aire, sin ningún tipo de reacción real que nos lleve a mejorar el sistema educativo en el país. Todos somos culpables y nadie tiene el poder para arreglaro. Yo pudiera seguir escribiendo - u opinando - y como tal, las palabras tan solo se quedarán escritas, sin acción. Yo sé que no tengo el poder, sé que tu no tienes el poder, y por ende, este arroz ya se coció.
Los que estamos en medió quizá seremos los que intentemos un rescate, pero, ¿valdrá la pena? Ya veremos.
A comer!
Por ser participativos en algún tipo de solución, como comentado ya desde hace tiempo, se enumeran algunas objetividades que ayudarían a cambiar el sistema:
- Profesores con experiencia real en el ámbito para crear un currículum de excelencia
- Profesores con el "don" de educar y dedicados a la investigación y a su carrera
- Profesores bien pagados, retribuidos de la manera adecuada por la responsabilidad que tienen
- Profesores con una responsabilidad ética y moral mas allá de sus intereses propios
Arriba entonces mencionamos los que son posibles....y luego....los que por nuestra cultura nata, por naturaleza, son imposibles...
- Empresarios que tengan un interés real en la educación, más allá de sus bolsillos
- Empresarios que sientan una responsabilidad ética para con la industria y lo que ellos aportan (estudiantes) para su éxito
- Empresarios que busquen el beneficio de grupo, porque el grupo es lo que los hará avanzar todavía más lejos
El sistema educativo entonces desde un principio esta fallido. A nadie le importa el estudiante, ni al estudiante mismo. El único que cumple sus expectativas es el que cobra y todos los demas se creen estar en un castillo, solo que está en el aire.
Claro está que estas dos personas no son las únicas. A todos les toca y por ende, pasamos entonces al estrado al siguiente acusado.
El estudiante, por un medio o por otro, - ya sea edad, estatus social o simple estupidez - se deja llevar por los problemas que ya todos sabemos y vivimos en la juventud. La mente es tan sombría en este momento, que te crees cualquier cosa, inclusive que serás el siguiente Ferrán Adria, que tendrás veinte estrellas Michelin, que la rata de la pelicula "te la pela". Más enfoque tienen en ver como le van a hacer para aparecer en programas televisivos que no sirven para nada, que en aprender a hacer un buen pollo rostizado. ¡Vaya! Ni siquiera son dignos de aprender a hacer un caldo de pollo.
En algún momento del proceso de transformación el estudiante es llevado a un nivel de grandeza que ni entiende, ni sabe manejar, mucho menos llevar al cabo. Es chistoso hasta escuchar cuando responden que han estado cocinando desde que tenían 5 años y el orgullo que emana del comentario. Me imagino al niñito haciendo su pedido al proveedor, entregando costos al contador y capacitando a los cocineros para que dupliquen el platillo, porque digo, claro...¡esto es muy fácil de hacer!
El cuerpo estudiantil es un reflejo de nuestra cultura. Hijos de papi, que inmediatamente saliendo de la escuela tendrán su restaurante, algunos chavos que por no fallarle a la familia, tuvieron que estudiar algo y, en gran minoría, cocineros hechos o natos, que saben a lo que se atienen. Los únicos que saben la realidad, son los que cuentan con experiencia y saben que al salir, les espera si por lo mucho una supervisión. Los primeros no se preocupan, los de enmedio hechan a perder la carrera bajando sueldos, rellenando el espectro laboral, lastimando plazas que pudieran ocupar cocineros profesionales.
Los que perduren serán pocos.
El éxito, creo yo, de una entidad educativa debería de ser medido por que tan eficientes son sus estudiantes en el campo laboral. Que tantos estudiantes han logrado llegar a ocupar posiciones de título. Que tantos estudiantes dejaron de trabajar en la carrera que pagaron. Pareciera ser que la escuela exitosa en México es la que cobra más y tiene un cuerpo estudiantil de gente que no necesita estudiar porque "ya la tienen hecha". Es una pérdida generacional.
El requerimiento es básico para que el sistema educativo funcione. Los estudiantes deben de tener:
- Una amor nato u aprendido por la cultura y por ende la comida y la bebida
- Experiencia laboral antes de entrar a estudiar. Vender hot dogs cuenta y seamos claros, no es tiempo para perder tiempo, ni por parte del estudiante, ni por parte del profesor.
- Una necesidad de querer aprender de todo, como fue explicado
- Una expectativa de trabajo duro y ya
- Un evaluador sincero, que le diga si va a servir para este negocio o no. Digo, yo se que no sirvo para doctor, y estoy seguro que un Médico con buena ética, me lo diría. Espero no me alentara. Vários muertos habría.
Pero claro, todo es un conjunto.
A los profesores, que finalmente quedan en medio, en ocasiones o no logran, o les vale madre la educación de sus estudiantes. Sea porque no tienen ni las instalaciones, ni la experiencia y mucho menos las ganas ($$$) de hacer el trabajo. Si tu eres profesor, dejemos claro que tú eres la excepción, a tí si te importa.
Los estudiantes no saben o no entienden la carrera y mucho menos les interesa conocer la realidad. Ellos quieren creer que sus sueños de grandeza serán logrados al salir de la escuelita y -como todo en nuestra cultura - se merecen ser grandes Chefs. Obvio, por favor considera que tú, estudiante que estas leyendo esto, tu sí eres un gran Chef Internacional ya, ahorita.
Y para cerrar con fanfarrias, a los empresarios; a ellos les vale madre los dos anteriores. Claro, menos a tí, empresario estadista y visionario, que lo único que te interesa es que todos tus alumnos salgan adelante.
¡Estamos jodidos!
Lo único que queda es...quedarse como se está. Las opiniones, al igual que los anos, solo hechan pedos al aire, sin ningún tipo de reacción real que nos lleve a mejorar el sistema educativo en el país. Todos somos culpables y nadie tiene el poder para arreglaro. Yo pudiera seguir escribiendo - u opinando - y como tal, las palabras tan solo se quedarán escritas, sin acción. Yo sé que no tengo el poder, sé que tu no tienes el poder, y por ende, este arroz ya se coció.
Los que estamos en medió quizá seremos los que intentemos un rescate, pero, ¿valdrá la pena? Ya veremos.
A comer!