sábado, 7 de julio de 2012

Y entonces llega Demóstenes!

Si mal no recuerdo, y muchos han de saber, una de las frases más célebres de Demóstenes, pequeño miembro de la pandilla de Don Gato, era "sufro, sufro, sufro".    Así exactamente es como me imagino a Jonás todas las noches, después de las horas del servicio.  No puede hacer nada más que sufrir.

Por otro lado, Jorge esta bién.  El sabe que para poder brindar un buén servicio en su restaurante, lo más importante es que su cocina este bién.  Que los tiempos entre mesas sean los correctos para que los cocineros no se "encamoten" y los meseros no se confundan entre orden y orden.  Que la comunicación entre el y su gerente de piso esté más que excelente sobre todo cuando existe un problema durante el mismo.  Que sus meseros estén bien capacitados.

Definitívamente, el haber construido su restaurante alrededor de la cocina (o por lo menos, dandole prioridad), le ha servido.  No tiene contratiempos esperando a que le reparen un equipo,el cual también le ayuda a dar consistencia a sus clientes.  No tiene que esperar, como es el caso de Jonás, a que le laven un sartén, porque tiene los suficientes; incluyendo ollas, cuchillos y demas utensilios para poder llevar al cabo los platillos sin contratiempo.  Sus cocineros están contentos porque tienen las herramientas adecuadas para hacer su trabajo - el cual se los facilita- y no se detienen en querer participar más.  Miles de razones, incluyendo, y como muy bien dicen por ahí, son cocineros contentos, haciendo comida contenta!

Al final del día, la diferencia más grande, no es que tanto sufre Jonás o que tanto disfruta Jorge, cada uno en su trabajo.  Esta recide en el cliente, y que tán contento se va de un lado y que tan disatisfecho se va del otro.  Quién va a tener buena clientela y quien va a estar batallando para llenar su restaurante y estará constantemente buscando factores (menos los lógicos) a los cuales culpar de su fallida operación.

Y he aqui el "meollo" del asunto, por parafrasear al gato. 

Si mal no recuerdo, en un restaurante se vende comida.  Para venderla, necesitas primero prepararla, calentarla o enfriarla según sea el caso por muy simple que sea el menú.  Entonces, si dejamos claro que el negocio de un restaurante es vender comida, ¿porque comúnmente, el equipo para realizar estas tareas es relegado y se le da menos importancia?

¡Sera que tenemos las ideas tergiversadas?  Explico mi perspectiva:

Como Chef, lo mas importante es la comida y lo que puedo lograr a través de venderla.  Claro, me interesa el bling, bling, la lana, la papa, o como le quieran llamar; pero también me interesa que el comensal tenga una grata experiencia, no en sus ojos, oidos o piel, sino en su boca y su naríz.  Mi objetivo es que regresen si bien sea diario, dentro de muchos otros que puedan existir, pero al fín y al cabo, lo importante es la comida.

Si esto es lo que me interesa, consideraría que necesito lo mejor que pueda comprar, a mis posibilidades, para tener buen equipo y lograr ese fín.  ¿Como puedo tener un restaurante que tiene 60 asientos, pero solo una cocinita de sies quemadores?  Esto, no me va a ayudar en lo absoluto para tener contentos a mis 60 comensales porque no les voy a poder dar el servicio DE COMIDA que, peor tantito, yo les estoy prometiendo. Como puedo poner en el menú que tengo diferentes metodos de cocción para poder demostrar que estoy a la altura de los mejores restaurantes de la zona, si lo único que tengo son cuatro sartenes.

Siempre que llego a comentar este punto suelen llegar muchos "Pedros" a comentar que no se puede pensar así, porque tanto la cocina es importante, como lo es un cuchillo o un plato o hasta una mesa para poder vender la comida.  Siempre que me comienzan a decir que desde su perspectiva de negocio, lo mas importante es el "look" del restaurante, el tipo de mesa, el estilo de la servilleta, y el tamaño del foquito que alumbra la maceta, me pongo a pensar en Jonas, que diariamente si por poco, le meten la puntita, nada más!  Pobre Jonas!

Estoy seguro que a el como a mi, cuando lo único que me queda es escuchar estos puntos de vista, me pongo a pensar en todos los restaurantes donde he comido excelente gastronomía, sea regional o gourmet, parado o sentado en sillas de metal y mesas de Carta Blanca.  Yo en ocasiones me voy más lejos aun, pensando en cuantos de estos negocios siguen operando por una sola razón. 

¡Le dieron mas importancia a la cocina!

Por lo pronto, ¡Ya tengo hambre!

 ¡Nos vemos al rato!


1 comentario:

  1. De Acuerdisimo... pero me gustaria agregar algo mas...
    1 vez, se puede pasar por alto una comida no tan buena...
    0 veces se puede pasar por alto mal servicio (actitud del personal del restaurante)

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